lunes, 21 de abril de 2008

LA JUNTA QUEDA EN EVIDENCIA NUÉVAMENTE




Tras el batacazo de SanGlorio, llega ahora otra sentencia que deja en evidencia la forma de actuar de la Junta, que sortea la legislación en función de los intereses de ciertas empresas privadas, quedando a la luz su volátil y tenue sensibilidad medioambiental.

En el espacio de tiempo entre 2001 y 2006, la Junta autorizó al menos 13 parques eólicos, todos ellos prácticamente unidos, aunque no en lo legal, pero sí contiguos. La clave se encontraba sin embargo en que ninguno de esos parques contaba con una potencia superior a los 50 megavatios de potencia, ni desde luego superaba los 60 molinos.

Así que sobre el papel, en los proyectos, y al considerarse de modo separado, ninguno de ellos suponía una amenaza para las especies de la zona. Los urogallos y el resto de las especies protegidas que se encuentran en las Omañas, el Valle de San Emiliano y el Alto Sil (todos ellos espacios protegidos para las aves por la Unión Europea) tendrían que estar, sobre el papel, tranquilas. Los 'miniparques' contaban además con el visto bueno de la Junta de Castilla y León, que les aplicó una declaración de impacto ambiental simplificada (a partir de los 50 megavatios la declaración de impacto ambiental es competencia gubernamental, que en teoría es más rigurosa y las eléctricas no cobran la subvención de la energía renovable).

Vista la situación URZ(la Asociación para el Estudio y la Protección de la Naturaleza) y la Sociedad Española de Ornitología comenzó a recurrir la aprobación de cada uno de los parques eólicos. Primero ante la Junta y después ante la justicia.

El pasado lunes, el titular del juzgado número 2 de lo Contencioso de León, Francisco Javier Muñiz, dictó la primera sentencia sobre el parque cuya tramitación iba más avanzada: Murias II, propiedad de Endesa. La sentencia anula la aprobación de los 44 aerogeneradores que, según los ecologistas, se encuentran a menos de dos kilómetros de un cantadero de urogallo.

El texto destaca que sólo por estar en zona protegida ya debía haberse aprobado según una declaración de impacto ambiental completa y por eso anula el plan. Pero además, critica: "Es consustancial a los parques eólicos su carácter unitario, de modo que los aerogeneradores necesariamente han de compartir, además de las líneas propias de unión entre sí, unos mismos accesos, un mismo sistema de control y unas infraestructuras comunes de distribución o transporte de electricidad, de tal suerte que no es posible descomponer, a efectos jurídicos, un parque eólico", según revela elpais.es.

Así las cosas, el Colectivo Tambarón valora la sentencia de forma “muy positiva, pues sitúa a este pronunciamiento sobre el Derecho ambiental, al lado de otros pronunciamientos destacados del TSJ de Castilla y León, como la reciente sentencia sobre el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (Porn) afectado por la estación de San Glorio, sentencias que se apoyan en la doctrina que aplica la normativa europea”.


Se recuerda que esa advertencia de nulidad “la llevan realizando las entidades conservacionistas desde hace años, haciendo caso omiso la Junta de Castilla y León”, y que “esta sentencia se une al hecho de que hace dos meses la Comisión Europea había requerido información a la Junta de Castilla y León sobre los procedimientos de aprobación de 658 aerogeneradores, con dudas sobre su legalidad”.



A continuación en "comentarios" ponemos el manifiesto del COLECTIVO DE TAMBARÓN al que podeis acceder con un clic, para completar la información y colaborar con ellos

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1 comentario:

Anónimo dijo...

MANIFIESTO DEL COLECTIVO TAMBARÓN
PLATAFORMA PARA LA RACIONALIZACIÓN DE LA ENERGÍA EÓLICA
EN LA MONTAÑA OCCIDENTAL LEONESA
La montaña occidental leonesa, con las comarcas de Laciana, Omaña, Babia, Luna y Alto Sil, alberga un conjunto de indudable valor ambiental: a la fauna y flora ricas y diversas —con especies en peligro de extinción o de escasos efectivos, como el oso y el urogallo— cabe sumar un patrimonio cultural excepcional y, sobre todo, un paisaje de alta calidad. En estas montañas, libres en gran parte de elementos artificiales, además de ser el soporte de los tradicionales aprovechamientos ganaderos y cinegéticos, se asiste a un incremento progresivo de actividades relacionadas con el turismo y el ocio. La práctica totalidad de este territorio posee alguna figura de protección (Lugar de Importancia Comunitaria -LIC-, Reserva de la Biosfera, Zona de Especial Protección para las Aves -ZEPA-, Espacio Natural Protegido...), por lo que formará parte de la Red Natura 2000, convirtiéndose así en un futuro receptor de inversiones europeas ligadas a la conservación de los recursos naturales.
Frente a esta políticas de protección europeas y autonómicas, en las que prima la conservación y el aprovechamiento sostenible de la fauna, la flora y el paisaje, han surgido numerosos proyectos de Parques Eólicos que pretenden sembrar de aerogeneradores de casi cien metros de altura las principales cumbres de la zona, con especial incidencia en los municipios de Murias de Paredes y Riello. La envergadura de los proyectos es tal que, de seguir adelante los planes previstos, pueden llegar a instalarse cerca de 370 molinos.
En ningún momento las autoridades ambientales han valorado el impacto conjunto de estas instalaciones, pues toda la iniciativa la han llevado hasta ahora las empresas promotoras. Bajo la promesa de unos ingresos a corto plazo y con una prácticamente nula creación de puestos de trabajo, la instalación de un Polígono Eólico conlleva la expropiación de los montes, aprovechados históricamente por los vecinos mediante la ganadería y la caza -actividades seriamente afectadas por los proyectos-, y la ejecución de numerosas pistas (más de 130 kilómetros), tendidos eléctricos y enormes aerogeneradores. Pero lo más grave es que supone hipotecar cualquier proyecto de desarrollo para los habitantes de la zona, que ven destruido su principal recurso a medio y largo plazo: el paisaje.
En estos momentos es posible disfrutar desde estas montañas de una vista libre de obstáculos; la calidad y escasez de este paisaje representa a medio y largo plazo un valor económico mucho mayor para los pueblos que la energía eólica. Desde la Unión Europea, altamente humanizada e industrializada, se está apostando progresivamente por el mantenimiento de estos paisajes mediante inversiones económicas que contribuyan a mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, principales responsables de su mantenimiento.
Por todos estos motivos:
 Apoyamos la energía eólica como una energía limpia y realmente alternativa, integrada en una estrategia de sustitución de otras energías contaminantes. Pero, al igual que consideramos necesaria la instalación de infraestructuras eólicas en aquellos lugares donde se asegure su rentabilidad y la ausencia de impactos severos sobre el territorio, somos conscientes de que su ejecución en zonas de alto valor ambiental y calidad paisajística compromete el desarrollo futuro de las mismas.
 Solicitamos que se promueva una planificación adecuada del desarrollo eólico, con criterios racionales y no simplemente empresariales. Dicha planificación debe, entre otros aspectos, considerar las IBAS, las ZEPAS y su zona de influencia como Áreas de Sensibilidad Ambiental Extrema y, por tanto, libres de polígonos eólicos. Igualmente, debe asegurar la ausencia de impacto visual en las zonas consideradas de alta calidad paisajística.
 Exigimos que los estudios de impacto ambiental cumplan con la normativa vigente, y que la Administración ambiental evalúe de manera correcta el impacto conjunto de los distintos proyectos, tanto los autorizados como los que están en tramitación. En la actualidad, ninguno de los estudios presentados tiene en cuenta la existencia de los restantes proyectos ni de las líneas de evacuación asociadas, y el impacto visual de los molinos no ha sido adecuadamente analizado, pues alcanza a una gran parte de los municipios del entorno de Omaña.
 A la hora de valorar la implantación o no de una central eólica consideramos imprescindible introducir el factor de desarrollo turístico como uno de los principales elementos de análisis. La posibilidad de degradar el paisaje, uno de los principales recursos propiciatorios de desarrollo económico en el territorio leonés en general y en las zonas de montaña en particular, debería ser suficiente para limitar la implantación de este tipo de actividades.
 Apostamos por un desarrollo acorde con los recursos naturales y culturales de la zona, aprovechando la oportunidad que supone el contar con un territorio de una alta calidad ambiental.

Para adhesiones y contactar con nosotros: colectivotambaron@hotmail.com. Colectivo Tambarón. C/La Villa, 23. 24135- VILLANUEVA DE OMAÑA.
Para donativos: Caja España. Oficina de Murias de Paredes. C/C: 2096 0019 64 3608295200