Ni uno sólo de los representantes de nuestra tierra levantaron la voz en su defensa; todos agacharon la cabeza ante sus partidos y ejecutivas, había mucho en juego: sus emolumentos de los años venideros como pago a la traición al espíritu democrático de representar a los votantes y no a unos partidos que viven de espaldas a la sociedad, que se han erigido en los nuevos salvadores de la patria, con el respaldo de un pueblo que calla y no encuentra una alternativa a tanta desvergüenza.
Sólo unos pocos alzaron la voz fuera del hemiciclo y rápidamente fueron acallados por las fuerzas al servicio del poder establecido. Cada vez es más patente la división entre la clase política y la sociedad, pero eso a ellos qué más les da! Si en ocho años tienen garantizada una pensión vitalicia. Gracias una vez más al Grupo de Ciudadanos del Reinu de Llïón en Madrid.
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