jueves, 18 de octubre de 2007

EL ARTE DEL ENGAÑO EN LOS PRESUPUESTOS AUTONÓMICOS


Nueva Tribuna de La Crónica de León de Javier Callado Cobo, donde excruta el debate ya clásico sobre las bondades del presupuesto de la Junta para con León. Otro ejemplo más de la intoxicación informativa interesada a la que estamos sometidos desde Valladolid.



LA CRÓNICA DE LEÓN
miércoles, 17 de octubre de 2007

Junta, León y presupuestos

JAVIER CALLADO

Un año más se presentan los presupuestos de la Junta de Castilla y León. Nuevamente se repiten las discusiones sobre su bondad para León. Se reitera sin pudor una afirmación falsa: «Las cifras se pueden interpretar de muchas maneras».

Muy al contrario, nada hay más demostrativo que estos datos cuando se adopta un criterio de búsqueda maduro. Cuando se decide qué analizar, la lectura de los guarismos resulta esclarecedora. Definitivamente los presupuestos son un sustrato ideal para alcanzar conclusiones fiables.

En primer lugar, observamos que los presupuestos de la Junta prevén un montante total de unos 10.300 millones de euros, que es más de lo que podrá gastar el Gobierno central en el mismo territorio. Por lo tanto las decisiones de gasto del ente serán decisivas para el desarrollo en cada zona, ya que un déficit local en la financiación pública autonómica implica un empobrecimiento notorio.

A ello se añade que casi todas las partidas de gasto público inducen inversiones privadas, lo que ahonda en los citados efectos. En resumen, el trato de la hacienda pública autonómica puede ser determinante del grado de bienestar para un área concreta.

El partido gobernante ha manifestado que la Junta invertirá en la provincia de León unos 365 millones de euros. Según proclaman sus portavoces, esto supone que León recibirá más que ninguna otra provincia. Sin embargo cuando comparamos este presupuesto con el total descubrimos que supone sólo un 3,5%. Si añadimos las partidas no provincializadas se alcanza, al parecer, los 600, menos de un 6%, así que tal aseveración no está ni medio probada.

En resumen, 600 millones de euros son una pequeña fracción del presupuesto total. Si consideramos que de ahí hay que detraer fondos que la Junta se atribuye erróneamente como propios –ya que proceden del Plan del Carbón, del Gobierno central– la expectativa empeora.

Si además asumimos que buena parte del gasto total se queda en otras partidas no desglosadas –que es una forma como otra cualquiera de esconder a qué provincias se destinan– el presupuesto se vuelve indescifrable. ¿En qué tipo de inversiones se encuadraron la construcción de las nuevas cortes, el centro de interpretación de la naturaleza autonómico o la restauración del castillo de Torrelobatón? En no provincializadas, es decir, disimuladas en los presupuestos. ¿En qué provincia se aplicaron esas inversiones? En Valladolid.

¿Cuándo se facilitarán las cifras totales? ¿Cuándo la de gastos de personal y corrientes por provincias? Sin esa información los presupuestos de la Junta se tornan un espantajo que todos agitan sin que los ciudadanos lleguemos a saber cómo nos afectan. Y como corolario ¿qué hay de los intereses de León en todo esto? ¿Por qué deciden sobre León personas que no lo conocen?

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