Como no podía ser de otra manera, el pasado 30 de marzo, con un tiempo desapacible, se concentraron los mas decididos a la puerta del edificio de la Junta de Castilla en León. La convocatoria partía de un reducido grupo de mozos y mozas leoneses preocupados por su futuro como personas y como colectividad, desde el anonimato y sin apoyo de ninguno de esos partidos que dicen que defienden a los ciudadanos y más bien parece que sólo se preocupan de ellos mismos y de sus poltronas. Contrasta la actitud de estos jóvenes con la de otros grupos que sólo se preocupan de vivir el momento y dejan su futuro en manos de unos mayores que sólo han demostrado su servilismo e incompetencia para aportar a la juventud leonesa un horizonte con futuro y esperanza. Todavía hay sangre en este viejo Reino que lucha porque el futuro sea nuestro y esté aquí y no en Valladolid, Madrid , Barcelona, u otras regiones que han sabido defender un proyecto propio y sin complejos.