Reciéntemente volvéu a l´autualidá´l repetíu intentu de la Junta Castiellana dende PPUZELA, de llavare los cerebros de tolos llïoneses,tantu neños cumu mozos y rapaces, pa que esqueicen el sou raigañu hestóricu y cultural anque pa eillu haya que manipular la hestoria, del xeitu más burdu y sórdidu, ensín pudor dalgunu y tou cuna anuencia de la Junta que almite esta manipulación pula parte las edtoriales.
Trayemos dous testimonios; d´un lláu un artículu de E. Gancedo nel "Diario de León" y que podréis alcomtrar n´esta lligazón ou en "comentarios":
Trayemos dous testimonios; d´un lláu un artículu de E. Gancedo nel "Diario de León" y que podréis alcomtrar n´esta lligazón ou en "comentarios":
Los libros de la ESO «ventilan» el Reino de León en sólo dos líneas
Pur outru llau un enllaz a una entrada nel blog "El Reino Olvidado" cun un analís puminorizáu de la cuestión basáu`nel informe que l´Asocación Plataforma Pro Identidad Leonesa y Promonumenta, presentunun al Defensor del Común, nel añu 2007.
1 comentario:
DIARIO DE LEÓN
010209
No aparecen mencionadas las primeras Cortes de 1188 ni la cultura específicamente leonesa
Los libros de la ESO «ventilan» el Reino de León en sólo dos líneas
Vuelven a incurrir en numerosas incorrecciones, como que el Padre Isla era «segoviano»
01/02/2009 E. Gancedo
En los manuales escolares se usa el gentilicio, muy rechazado a nivel popular, de «castellano-
MAITE
león
Los alumnos leoneses de Secundaria aprenden que el padre Isla era «segoviano», que fue Ordoño II quien trasladó la capital del reino de Oviedo a León, que su Catedral se encuadra dentro del «gótico castellano», que la capital de la comunidad es Valladolid... es decir, que han de conocer por otros medios que el padre Isla era del pueblo leonés de Vidanes, que en realidad fue el rey García I el que trasladó la capitalidad a León o que, hasta el momento, no se ha dictado en esta autonomía ley de capitalidad alguna.
Eso por no hablar de cómo se ventilan en dos líneas los más de trescientos años de historia del reino de León como entidad política independiente (y bastantes siglos más como reino con entidad propia dentro de otra Corona más amplia): «Con Alfonso III, la frontera llegó hasta el Duero; su sucesor, Ordoño II, trasladó la capital a León, dando lugar al reino de León» (Geografía e Historia, 2º ESO, ed. Anaya); más tarde, hablando de Sancho III, dice que, «tras su muerte (1035), dividió el reino entre sus hijos, y Castilla se convirtió en un reino independiente con Fernando I. Éste derrotó al rey de León (1037) y constituyó el reino de Castilla y León». Y no se menciona nada más sobre el tema.
Llueve sobre mojado
Después de que en el año 2006 la asociación Plataforma Pro Identidad detectara en los libros de texto que emplean los escolares leoneses de Secundaria numerosos errores e inexactitudes relacionadas con esta tierra -”el caso fue denunciado por el Diario en repetidas ocasiones-”, y de que el año pasado se volvieran a encontrar en algunos libros -”en otros ya se habían corregido o matizado-”, la asociación ha revisado ahora todos los textos actuales con ayuda de un historiador.
El resultado es un informe que se enviará al Procurador del Común, algo que ya se hizo hace tres años consiguiendo que el defensor del pueblo autonómico solicitara a los poderes públicos, de manera oficial, que subsanaran los errores y tuviesen cuidado con la terminología, puesto que en esta comunidad conviven dos identidades diferenciadas, la leonesa y la castellana.
En este completo informe están indicados tanto los títulos de los libros como la editorial y los diferentes errores y ambigüedades en los que incurren: una de las más extendidas consiste en retrotraer constantemente la historia de la actual autonomía (que tiene sólo 26 años de vida, antes existían las regiones de León y Castilla la Vieja) hasta tiempos prehistóricos con el fin de «fijar» en la mente de los jóvenes la existencia de Castilla y León como entidad política, social o cultural. De este modo se llega a aseveraciones tan extrañas como los ejercicios que dicen: «Anota cuándo comenzó cada etapa de la Prehistoria en nuestra comunidad» o «¿Cuáles fueron los principales pueblos prerromanos que vivieron en Castilla y León?» (Geografía e Historia, 1º ESO, Anaya).
En éste como en todos los demás libros, el uso de la palabra «región» para referirse a las autonomía es general y repetido una y otra vez, según señalan fuentes de la citada asociación, quienes también denuncian cómo en varios casos se reduce el nombre a «Castilla», sin más.
No obstante, en algunos pasajes que tratan temas históricos sí se emplea el término, quizá más aceptable, de «la actual» comunidad («¿Cuándo llegaron los cartagineses a la actual Castilla y León»?). Y es que el hecho de retrotraer fronteras actuales a épocas prehistóricas no lo hacen los historiadores, de forma general, ni con el propio nombre del país (prefiriendo las referencias a Hispania o la península Ibérica).
Además, no se encuentra mención alguna a las primeras Cortes de Europa, las de León de 1188, al leonés como idioma y casi nada a los astures como pueblo prerromano que ocupaba estas tierras antes de Roma. El uso del gentilicio castellano-leonés , muy rechazado a nivel popular, está asimismo muy extendido en estos manuales. Tampoco se habla, por ejemplo, del Consejo Soberano de Asturias y León pero sí hay varias referencias al «regionalismo castellano».
«En Castilla y León el Neolítico llegó con retraso». «Los romanos construyeron la primera red de calzadas de Castilla y León». (Geografía, 1º ESO, SM). «En cuanto a la superficie forestal, Castilla es una de las regiones con un aprovechamiento mayor» (Geografía e Historia, 1º ESO, Bruño).
Y hablando del gótico en general, con una foto de la Catedral de León, «el gótico castellano siguió el modelo de las grandes catedrales francesas» (Geografía e Historia, 2º ESO, Anaya), son otras de las joyas de libros donde lo específicamente regional leonés brilla por su ausencia.
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