sábado, 22 de septiembre de 2007

REFLEXIONES SOBRE RODIEZMO 07



El pasado 2 de Septiembre, como viene siendo tradicional, se celebró en los alrededores del terciano pueblo de Rodiezmo, la fiesta minera, llamada Astur-Leonesa por sus promotores, donde desde hace muchos años se reune, convocados por el sindicato UGT y con las bendiciones del PSOE, lo que queda del en otro tiempo glorioso pasado minero. Hoy la realidad es muy diferente por mucho que intenten disimularlo, y se ha convertido en un mitin preelectoral donde viejas glorias como Alfonso Guerra, arengan a los incondicionales con su discurso habitual. Mientras los líderes sindicales intentan hacer comulgar con ruedas de molino a lo que queda de la minería activa y a una masa ferviente de pensionistas nostálgicos de un pasado combativo, agradecidos por una día en el campo donde comer y cantar, y pendientes de los anuncios de más pensiones y subsidios. Pero de nuevas ideas nada. De nuevas industrias nada. Demasiados pensionistas y cada vez menos jóvenes y activos.




Este año para los leoneses la fiesta se celebró en un contexto especial por varias razones. Por un lado la presencia testimonial desde hace varios años del ahora Presidente del Gobierno, y por otro lado el debate latente existente en el PSOE leonés, autonómico y nacional, a consecuencia del pacto del actual alcalde socialista de León con la Unión del Pueblo Leonés. Quizás fue por éste motivo que este año y a diferencia de años anteriores las banderas purpuradas del País Leonés brillaron con luz propia en los prados de Rodiezmo, para hacer constar al Presidente el apoyo de los leoneses al trasfondo político del pacto.



Zapatero y las ejecutivas autonómicas y nacionales de su partido, no pueden ya apartar la mirada ante un problema en el que sus posiciones hasta ahora corrían parejas a las del Partido Popular, por un mal llamado interés nacional, cegados por una aspiración a alcanzar el gobierno autonómico, que una y otra vez se ve frustrada por la tozudez del electorado castellano y las consecuencias de la política conservadora del PP sobre el tejido social de la mal llamada comunidad. En la fiesta de Rodiezmo se puede observar año a año como los socialistas se distancian cada vez más, de las justas aspiraciones del pueblo leonés, una vez desmontada su industria minera y su sector agroganadero, y sin que en estos años desde el Gobierno central ni desde el autonómico se haya dado a este pueblo una alternativa industrial digna, más allá del desarraigo que conlleva la inmigración ante la falta de expectativas laborales tanto para los jóvenes como para el resto de la población activa.



Por ello no es de extrañar que dentro de no muchos años, el tan cacareado comienzo del curso político, se convierta en la vertiente leonesa en una fiesta vacía de contenido a la que sólo acudirán los jubilados asturianos (que no astures).
Está en manos del PSOE intentar dar un giro a esta situación, empezando por reparar el daño hecho hace ya más de veinte años, con la creación del actual ente autonómico, para a la vez y desde una nueva perspectiva hacer remontar la esperanza en el futuro del pueblo leonés.

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