viernes, 27 de marzo de 2009

NADA CAMUDA N´ESTA TIERRA

Getandu na hemeroteca alcontreime cun esti artículu que pesia al tiempu pasáu y prósimas las eleiciones europeas torna a recobrare autualidá, más n´estos días en que´l votu de calidá(?) de la Presidenta de la Diputació Provincial una vuelta más tuvu vendíu a los intereses del Siñor Herrera, cumu tamien lu ta na tema las caixas, na Sama-Velilla y tolas oportunidaes de desenrollu que aún tien la nuesa provincia.



DIARIO DE LEÓN
040208

TRIBUNA

Políticos, ¡vaya tropa!

Joaquín Cuevas Aller


El ser HUMANO se prepara durante años para ganarse el pan de cada día. Casi todos eligen caminos decorosos que le faciliten el mejor bienestar posible. Pero hay una clase de seres humanos que eligen el camino de la mentira y de la manipulación para asegurarse ese bienestar: Se trata de los políticos. Esto es algo generalmente admitido; hasta existen chistes que así lo manifiestan, como aquel que dice: «Los que dicen la verdad no son políticos. Quiero pensar que debe haber algunas excepciones muy honorables. Los políticos, en general, mienten casi siempre, pero muy especialmente en época de elecciones y ¡cómo mienten! ¡con qué naturalidad, sin ningún rubor! Yo creo que incluso disfrutan mintiendo, es lógico, es su profesión y así se ganan la vida. Y, cuanto más grandes sean las trolas, más ganan. Algunos son tan profesionales que ganan más dinero en un mes que miles de obreros en un año. Lo triste es que el dinero que ganan lo pagamos los engañados con nuestros impuestos.

Como estamos casi en época electoral, ya han aterrizado por León políticos muy importantes y naturalmente han dicho trolas muy gordas como éstas: «León está mejor que nunca»; «el Gobierno socialista ha creado en León en esta legislatura 36.000 puestos de trabajo»; «León debe ser lo que quieran los leoneses»; «hemos invertido en León casi el triple que los Gobiernos anteriores»; «la Junta creará residencias para los más de 20.000 enfermos mentales»; «jamás de los jamases la economía de León estuvo mejor» etcétera. Alguno resalta el crecimiento del empleo, el P.I.B. y la población en esta legislatura ¿Cómo se puede mentir con semejante descaro en una provincia donde uno de cada cinco ciudadanos vive en el umbral de la pobreza? Yo creo que la mayor parte de estos políticos no serían capaces de superar en la empresa privada la categoría de «chico de los recados»

Desgraciadamente para estos auténticos profesionales de la mentira y la manipulación pocos días después fueron publicadas unas estadísticas elaboradas por una fundación de las Cajas de Ahorro Confederadas en las que se demostraba la falsedad de las opiniones. Entre otros datos se decía que las provincias de León y Zamora estaban en la cola en actividad laboral entre todas las provincias españolas. En el propio Diario de León se leía el 10 de enero que «León pierde en un año el 5% de los agricultores; ya sólo quedan 9.000». El mismo diario, el día 18 de enero, publicaba en portada «León pierde 836 habitantes en un año pese a recibir 2.064 nuevos emigrantes.

Pues bien, estos datos no han merecido el más mínimo comentario de esos «profesionales de la mentira», ninguna rectificación y, por supuesto, no han pedido disculpas. Algo lógico, puesto que han ejercido su profesión como de costumbre y con eficacia

Todas estas historias demuestran que vivimos en el país de la mentira y de los mentirosos. No es nuevo. Ya hace mil años, a los traidores y mercenarios los hicieron héroes y a los héroes los han dejado en el olvido como si no hubieran existido ¿Hay realmente alguna diferencia entre la historia antigua y la moderna?

A esto se le llama democracia española ¿Qué diferencia hay entre esta democracia y la dictadura de Francisco Franco? Yo no veo diferencia, salvo un pequeño matiz. Antes mandaba una persona, ahora manda una oligarquía a la que llaman partido político. En las elecciones no se puede votar a personas, sólo a oligarquías. Con dictadura o con oligarquía, los ciudadanos no pintamos nada, no significamos nada. Nos quieren como un rebaño de corderos, ver y callar.

En los datos estadísticos publicados por las Cajas de Ahorro se decía que Valladolid era la séptima provincia más activa española, la séptima más rica. Pues bien, recientemente el presidente de la Cámara de Comercio de Pucela manifestaba que era necesario invertir aún más en Valladolid porque tiene que ser el motor del desarrollo de la Autonomía y que lo que es bueno para Valladolid es bueno para la autonomía. Asimismo el oligarca consejero de la Junta, Tomás Villanueva, con referencia a la posible fusión de las Cajas de Ahorro de esta autonomía, dijo que todas las provincias tienen que ser más generosas. En otros momentos ambos personajes han manifestado su deseo de que haya una sola Caja de Ahorros, un solo aeropuerto, el de Villanueva, todo centralizado en Valladolid. Sólo les faltó decir que un solo río, naturalmente el Pisuerga. Estamos hablando de una Autonomía que tiene una extensión de la quinta parte del territorio nacional.

Pobrecitos vallisoletanos, sólo han conseguido ser la séptima provincia más rica de España cuando, a estas alturas, después de veinticinco años de colonialismo autonómico, manejando a su antojo todos los recursos económicos de las nueve provincias, esperaban igualar o superar a Madrid y llegar a ser en estos momentos la provincia más rica y próspera de España. Ya se han olvidado que a comienzos de los años ochenta estaban por detrás de la provincia de León. Hoy se atreven a pedir más generosidad al resto de las provincias de la autonomía. Creen que las migajas que reparten por la región leonesa es un derroche.

Esto es lo que tenemos al comienzo de precampaña electoral. A medida que pasen los días, los políticos nos seguirán sorprendiendo con promesas y trolas aún más gordas, porque es su trabajo y cobran por ello.

En la época de mi estancia en Madrid oía decir a los madrileños: «Qué bonito está Madrid ahora, imagínate como estará cuando esté terminado». Aquí, podríamos decir: «Qué bonito está León ahora, imagínate cómo estará cuando tengamos políticos que amen a esta bendita tierra».


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