viernes, 9 de mayo de 2008

LA INCONSTITUCIONALIDAD DE SU ESTATUTO

El mismo día que socialistas y populares se felicitan por su entendimiento a la hora de modificar la Constitución, con el objetivo de limitar las pretensiones de los nacionalismos periféricos y de paso, incluyendo el nombre de las actuales autonomías, cercenar la posibilidad de que se corrijan errores históricos que sí caben dentro del actual texto, vigente desde 1978, el escritor Joaquín Cuevas Ayer publica una Tribuna en el Diario de León, sobre la más que evidente cuestión de inconstitucionalidad del "estatuto del consenso", amparados los partidos en su mayoría antiminoritaria, y bajo la protección de un Defensor del Pueblo con una más que dudosa imparcialidad y que como suele hacer la Administración, a sabiendas de sus errores e injusticias, remite a la vía del procedimiento Contencioso-Administrativo, costosa, gravosa, penosa y dilatada para el administrado. Podéis leer la noticia entera en este enlace:



DIARIO DE LEÓN

TRIBUNA 080508

Un Estatuto inconstitucional

Joaquín Cuevas Aller

EL PASADO uno de diciembre de 2007, el Boletín Oficial del Estado publicó el nuevo Estatuto de Autonomía de Castilla y León, que había sido aprobado mediante la Ley Orgánica 14/2007 el 30 de noviembre. Este nuevo Estatuto, en su artículo 91 dice lo siguiente: la reforma del presente Estatuto de Autonomía se ajustará al siguiente procedimiento:

1. La iniciativa de la reforma ante las Cortes de Castilla y León corresponderá a una tercera parte de sus miembros o a la Junta de Castilla y León.

2. La propuesta de la reforma requerirá, en todo caso, la aprobación de las Cortes de Castilla y León por mayoría de dos tercios y la posterior aprobación de las Cortes Generales mediante Ley Orgánica.

3. Aprobada la propuesta de reforma por las Cortes de Castilla y León, se remitirá al Congreso de los Diputados.

4. Las Cortes de Castilla y León podrán retirar con la mayoría cualificada que determine el Reglamento la propuesta de reforma en cualquier momento de la tramitación en las Cortes Generales antes de que sea aprobada de forma definitiva. En este caso no será de aplicación lo dispuesto en el apartado siguiente

5. Si la propuesta de reforma no es aprobada por las Cortes de Castilla y León o por las Cortes Generales, no podrá ser sometida nuevamente a debate y votación de aquellas hasta que haya transcurrido al menos un año

Este artículo 91, en todos sus apartados, pero especialmente el número 4, choca frontalmente con el artículo 1 de la Constitución Española, que dice: La Soberanía Nacional reside en el pueblo español del que emanan los poderes del Estado. Por consiguiente, el nuevo Estatuto de Castilla y León está por encima de la Constitución Española, por lo que no puede ser constitucional.

Ningún otro Estatuto de Autonomía, incluido el nuevo de Cataluña, contiene algo similar o parecido a este artículo 91. Todos los demás incluyen como inicio para la reforma del Estatuto a las Cortes Generales o al Gobierno de la Nación, cumpliendo lo establecido en los artículos 66, 81 y 87 de la Constitución.

Este nuevo Estatuto fue consensuado por el PSOE y por el PP. Y yo pregunto ¿Por qué ese desmesurado interés por blindar el nuevo Estatuto? ¿Dónde está el respeto a la Constitución Española? ¿Contra qué o contra quién se blindó el Estatuto? ¿Dónde está el respeto a la libertad y a la dignidad de los ciudadanos, al menos de todos aquellos que no están de acuerdo y a quienes tienen el deber de defender?

Se ha hecho un nuevo Estatuto, no solamente anticonstitucional, sino plenamente antidemocrático. Han blindado sus contenidos hasta límites de colonialismo. Diversos medios de comunicación han reprochado a los catalanes por incluir en su nuevo Estatuto el término nación. Aquí han sido más astutos. No ha sido necesario utilizar palabras como nación; aquí han ido a lo práctico para que nadie pueda escapar.

Con el antiguo Estatuto la dependencia de Valladolid fue tan asfixiante que muchos leoneses nos sentiamos como los judíos en Auschwitz en la Segunda Guerra Mundial. A los judíos los cogían para aniquilarlos en las cámaras de gas, A los leoneses nos aniquilan, obligándonos a hacer las maletas para marchar a vivir a otra parte. Esta es nuestra única libertad, hacer las maletas y marchar. Al día de hoy más de 270.000 ciudadanos nacidos en la provincia de León han hecho las maletas y viven en otras provincias, habiendo desaparecido docenas de poblaciones y varios cientos más están en inminente peligro de desaparecer. Con el nuevo Estatuto quieren asegurarse de que nada ni nadie pueda impedir que los ciudadanos de la región leonesa sigan dependiendo de los intereses y caprichos de Valladolid

Este nuevo Estatuto es, además de anticonstitucional, más falso que Judas. En su contenido no hay una sola verdad. Hablan de más de 2000 años de historia, cuando tiene solamente 25. Hasta el nombre es falso. Le han puesto el pomposo nombre de Castilla y León, las dos regiones más históricas de España, cuando ni está Castilla, falta una buena parte, ni León pinta nada. El verdadero nombre debiera ser Autonomía de Valladolid, pues es quien tiene todas las competencias y todo el poder

Este nuevo Estatuto deja una cosa clara: los leoneses no disponemos de la protección de las leyes del Estado del que formamos parte, sencillamente porque en esta Autonomía no rige la Constitución Española, rige el nuevo Estatuto que está por encima de la Constitución. Sin embargo, los políticos leoneses populares y socialistas, salvo honrosas excepciones, no han abierto la boca, pero los políticos leonesistas ¿a qué esperan para abrirla?

Es sorprendente que, una vez más, seamos los humildes ciudadanos de esta bendita tierra los que pongamos el grito en el cielo contra tanta injusticia, contra tanta aberración política y, sin embargo, aquellos que viven de la política están callados o mirando para otro lado. Tal vez sea porque viven de ello y muy bien por cierto.

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