lunes, 18 de junio de 2007

EL PROCURADOR DEL COMÚN Y LA MANIPULACIÓN DE LA HISTORIA

En el Diario de León del sábado 16, el periodista Emilio Gancedo recoge la última resolución del Procurador del Común de ésta mal llamada comunidad, en la que este cargo de la administración autonómica, reconoce lo que para todos los leoneses de cualquiera de las tres provincias es evidente: que los libros de texto auspiciados por la Junta de forma descarada manipulan, tergiversan, ocultan y mienten sobre la historia del Reino de León, además de inventarse una falsa historia sobre una comunidad inexistente y promover un centralismo castellano de forma descarada. Son muchas las manipulaciones que no aguantan el más mínimo análisis académico, como etiquetar de castellanoleonés(?) hechos previos a la formación del primer reino cristiano de la península (Reino de Asturias 718 d.C), como por ejemplo la invasión romana y todas sus obras posteriores.

No sólo en los textos escolares la Junta hace gala de una visión de la historia muy próxima a las técnicas de manipulación de la memoria histórica propias de regímenes fascistas, así en la obra "La memoria histórica de Castilla y León", subtitulada : Historiografía castellana en los siglos XIX y XX editada por la Junta de Castilla y León en 2003 y coordinada por un catedrático de la Universidad de Valladolid, se habla de Viriato (180 a.C a 139 a.C) y
de Recaredo (586 a 601 d.C) como héroes castellanos, además de dar por sentado la existencia de una supuesta unión de Castilla y de León desde tiempos remotos prehistóricos, aunque en la mayor parte de las ocasiones se olvida intencionadamente lo leonés para referirse únicamente a Castilla. Estos hechos ya han sido denunciados en más de una ocasión por el escritor Joaquín Cuevas Aller, defensor de León y estudioso de estos temas.

Además toda maquinaria de propaganda desinformativa, precisa de herramientas bien financiadas (difundir falsedades cuesta dinero) y así la Junta creó La Fundación Villalar que con dinero de los leoneses se dedica a menospreciar, cuando no ignorar su historia y promueve material y textos supuestamente educativos, con el fin de crear (puesto que no existe) un sentimiento artificial de comunidad entre los escolares de la comunidad, todo ello con la complicidad de unos centros escolares subyugados por la Consejería de Educación de Valladolid.

El Procurador del Común no deja de ser un empleado público de la Junta, que debe fidelidad a la voz de su amo y antes que denunciar las verdaderas intenciones del Gobierno autonómico y diseccionar la estrategia alienante de la Junta, habla de supuestos errores y fallos de control, y sigue aquella máxima política que dice que cuando no quieras solucionar
algo propongas que se cree una comisión para estudiar el problema.

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