La autovía Bragança-León
TRIBUNA
En los últimos meses se está hablando mucho de la conveniencia de la construcción de una autovía que una Bragança, la ciudad histórica del norte de Portugal, con la ciudad de León. Antes de las elecciones generales todos los políticos estaban conformes con dicha construcción, todos consideraban que esta autovía, además de conveniente, era muy necesaria y hasta prioritaria. Pasadas las elecciones, los políticos se han olvidado de la autovía. Es lo habitual después de unas elecciones: olvidar las promesas. Sin embargo, viendo los antecedentes y realidades de esta nefasta Autonomía, tal construcción es un imposible. Así lo manifesté antes de las elecciones generales a todo el que me quiso escuchar
Recientemente ha habido una reunión entre el embajador de Portugal y los máximos dirigentes de la presidencia de esta Comunidad. Se habló de agilizar la construcción de una vía de gran capacidad entre el centro de Portugal y Castilla y León; concretamente una autovía que uniera las ciudades portuguesas de Coimbra y Aveiro, a través de Viseu y Guarda, con Salamanca, Valladolid y Burgos. Lógicamente a este enlace no se le puede poner ningún reparo porque es conveniente y necesario. Pero la intención es reprobable.
Es bien sabido, que la mayor y más importante industria portuguesa está en su parte norte, especialmente en el triángulo Oporto, Braga y Guimaraes. El mercado natural de los productos manufacturados portugueses ha sido y sigue siendo el centro y norte de Europa y el medio de transporte de las mercancías ha sido y es la carretera. Un simple vistazo a un mapa podemos comprobar que la ruta más natural y más lógica para el transporte de las mercancías portuguesas a Europa es: Oporto, dirección Chaves o Bragança, Puebla de Sanabria, León y Burgos.
Sin embargo, desde Pucela contemplan otra ruta: Oporto, Bragança, Zamora, Valladolid, Burgos. La diferencia de esta ruta con respecto a la ruta por León supera los cien kilómetros.
Con el tiempo, Pucela buscará argumentos para cumplir sus deseos. No dudará en buscar el enfrentamiento entre León y Zamora. Llamará egoístas a los leoneses por pedir el paso por León y no por Zamora. Pero, ¿qué es lo que persigue Valladolid? Naturalmente, que no se construya la Bragança-León y así todo el movimiento comercial entre Portugal y Europa pase por Valladolid. Construirán un gigantesco puerto seco en la capital pucelana con cientos de puestos de trabajo y, de paso, le habrán quitado el caramelo a León.
La construcción de la vía Aveiro-Salamanca retrasará un tiempo precioso otras construcciones, esperando que la Bragança-León quede en el olvido. Por otra parte, nadie en León se va a oponer a la construcción de una autovía Bragança-Zamora. Al contrario, apoyará dicha construcción, muy necesaria para el desarrollo de Zamora. Pero es muy claro, que ambas vías, Bragança-Zamora y Bragança-León, además de necesarias, son compatibles.
Lo que Valladolid persigue es que la vía Bragança-León no se construya nunca porque dicha vía perjudicaría los intereses de Valladolid y, para colmo, beneficiaría a León y, esto es inadmisible. Y, como tienen todo el poder, lo conseguirán. ¿Alguien lo duda? ¿Alguien cree que Valladolid va a renunciar voluntariamente a una fuente de riqueza para beneficiar precisamente a León? ¿Puede alguien demostrar que una cosa así haya sucedido en los 25 años de existencia de esta Autonomía?
Está claro que en esta Autonomía quien tiene la sartén por el mango, quien da las órdenes de lo que se debe hacer y de lo que no se debe hacer es Valladolid. Así ha sido hasta ahora y así seguirá siendo si no cambia la situación estructural de esta Autonomía. Nadie en esta Comunidad puede oponerse a los dictados de Valladolid y, desde luego, León menos. Los que mandan, los de Pucela, quieren y desean que Valladolid sea el centro neurálgico de todo. Quieren convertirse en otro Madrid y lo están consiguiendo, sigue el mismo camino. Están construyendo prioritariamente autovías entre Valladolid y las ocho capitales de provincia, superando a Madrid con las seis radiales. Entre otras, ya han construído las conexiones por autovía entre Valladolid con Salamanca y con Zamora. Quieren que Pucela sea el único motor que mueva los hilos del desarrollo de toda la Autonomía. Así lo declaró el gran lendakari castellano, Tomás de Villanueva, con aquellas palabras «lo que es bueno para Valladolid, es bueno para la Autonomía.
Haríamos mal, nos equivocaríamos los leoneses si esperamos que este Gobierno Autónomo, (le llaman «regional»), vaya a mover un solo dedo para la construcción de la autovía Bragança-León, a pesar de las últimas declaraciones de altos dirigentes sobre la urgencia de la construcción En cambio, si construirán la autovía eléctrica Lada-Velilla, convirtiendo a la provincia leonesa en un basurero Digo que haríamos mal porque esta Comunidad Autónoma es como «el vino de Asunción, ni es blanco ni tinto ni tiene color.» Si queremos que esta autovía sea una realidad y pronto, habrá que ir buscando otras soluciones. Precisamente la política es el arte de hacer posible lo imposible. Aquí la Unión del Pueblo Leonés tiene una oportunidad de oro para demostrar que el pacto con los socialistas sirve para algo más que para ocupar unas poltronas bien remuneradas. Los leonesistas evitarían que se les asignaran aquellas palabras del profeta Isaías: «para que, aunque miren, no vean; y, aunque oigan, no entiendan». Porque los socialistas, si quieren, pueden.
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