viernes, 28 de diciembre de 2007

CADA VEZ SOMOS MÁS



Cada vez son más las voces que desde uno y otro lado se levantan contra este bodrio de comunidad. Ya no sólo desde distintas sensibilidades políticas, atreviéndose algunos a discrepar de las directivas respectivas, si no también desde diferentes puntos del País Leonés; cada vez con mas fuerza los leoneses de Zamora y Salamanca, alzan la voz en contra de una realidad que sistemáticamente les niega y les posterga. En esta ocasión traemos un artículo aparecido en La Opinión de Zamora, el pasado martes 18, (y que hemos podido leer en el siguiente enlace: http://www.paislliones.com/articulos/indice/682, por cortesía de Benaventanu) en el que el periodista Zamorano Braulio Llamero opina sobre éste tema, desde un punto de vista crítico con el leonesismo actual, pero más crítico con la innegable realidad. (Sólo criticar el uso inadecuado del término "región" y "regional" en el artículo):

EL OESTE

"Pienso a veces que, a pesar de los leonesistas, acabará fraguándose algún tipo de unión entre León, Zamora y Salamanca. A pesar de los leonesistas, sí; pero gracias a la Junta de Castilla y León. Nada une más que las penalidades compartidas, el sufrimiento, la pobreza. Y no se sabe qué pasa -o sí-, que desde que estamos en esta Autonomía de nueve provincias, en todos los indicadores, en todos los informes, en todos los estudios, aparecen sistemáticamente esas tres provincias como las perjudicadas, las que pierden todos los trenes, las que no progresan, las que están cada vez más distantes del grupo de cabeza (Valladolid, Burgos, Palencia), las que padecen mayores índices de pérdida de población. Son las tres del Oeste, aquellas para las que el PSOE de Zapatero y Caldera prometió un Plan Especial, cuando ni por asomo pensaban en ganar. Ninguna de las tres levanta cabeza, como acaba de constatar ese último y enésimo informe de la nada sospechosa Asociación de Empresa Familiar de Castilla y León. Ni Salamanca con su legendaria Universidad y sus masas de turistas -esos que según algunos son la gran esperanza de Zamora, pese a partir de cero patatero-; ni León con sus logros sucesivos, gracias tanto a las presiones leonesistas como al arrojo indudable de los leoneses; ni Zamora, pese a que no para de moverse, de exigir, de montar plataformas reivindicativas. Ninguna de las tres sale del marasmo, ni logra acercarse a las restantes provincias de la Comunidad.

Es obvio (y es el colofón de cualquier trabajo documentado, del que ya llevamos unos cuantos) que una situación así, con un grupo de provincias cada vez más rezagadas y otro cada vez más en vanguardia, sólo puede modificarse mediante la política. Pero la política de verdad, que es seguramente la que aún no conocemos en Castilla y León. Sólo la política puede permitirse un esfuerzo especial y continuado, que cargue presupuestariamente sobre las provincias descolgadas, en obvio detrimento temporal de las que van más adelantadas. La pregunta del millón es: ¿Alguien se imagina a esta Junta que tenemos abordando un planteamiento tal? ¿Imaginan a un solo gobernante regional (!!??) dispuesto a inclinar con fuerza la inversión presupuestaria sobre León, Zamora o Salamanca, en perjuicio de Valladolid, Burgos o Palencia?

Yo, tampoco. Por eso creo a veces que el Oeste de esta región (!!??), el viejo Reino Leonés del incansable Carreño, acabará teniendo que entenderse para pelear con más éxito del logrado hasta ahora, con cada provincia por su lado. O eso o las perspectivas son francamente negativas ante el inamovible funcionamiento de esta Comunidad Autónoma, cada vez más asimétrica."

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